lunes, 30 de julio de 2012

Consideraciones para un buen diseño web

Entrá a la página de la empresa y … es una frase que hemos escuchado muchas veces. En primer lugar hay que aclarar que la gente simplifica y al decir página, en general se está refiriendo a un sitio web, que en su definición más académica es un conjunto de páginas jerárquica y lógicamente relacionadas.

Aclarado este punto, pasemos a analizar que es lo que tengo, porque podría ser que creo tener algo y la realidad es otra. El resultado de este análisis dependerá de muchas variables que revisaremos a continuación y nos darán la pauta para saber si mi empresa tiene una página o realmente está en Internet y no pasa desapercibida.

En primer lugar tendría que evaluar si tuve claros los objetivos de mi proyecto, puesto que el diseño de un sitio web está directamente ligado con la audiencia a quien me dirijo. Para poner un ejemplo, no es lo mismo un sitio para una juguetería, que la web de una consultora de recursos humanos.

Siguiendo con las diferencias que pueden darse al definir un proyecto, podemos decir que a la par de un diseño atractivo, el contenido del mismo deberá estar en la misma sintonía, puesto que está comprobado que ambos van de la mano. Nadie vuelve a un sitio con una estética deficiente y tampoco si el contenido es malo o desactualizado.

Si logramos un buen diseño y lo acompañamos de un contenido de valor, actualizado y que responda a las expectativas, deberíamos asegurarnos que el visitante se sienta partícipe del mismo y no un mero espectador. Hay técnicas que hacen ese trabajo, sólo es cuestión de planteárselo y actuar en consecuencia.

Para redondear la idea, finalizo con un elemento de fundamental importancia, que es la calidad profesional. Dada la masividad y penetración que ha logrado Internet en todos los ámbitos, se cae en la tentación de pensar que el diseño web es un trabajo que cualquiera puede realizar.

La calidad de un sitio web y por ende el éxito que pueda alcanzar, dependerá de la visión profesional que se aplique, ya que existen innumerables factores a tener en cuenta, desde la elección de colores y tipografía, pasando por la diagramación y redacción de los contenidos, hasta el posicionamiento, tema que por si solo da para escribir más de un artículo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Datos e Información. Entender las Diferencias (Parte II)

Supongamos que nuestro negocio es la venta de libros por Internet y queremos hacer promociones para los lectores que acceden a nuestro sitio web. Se nos ocurre para esa campaña hacer una pequeña encuesta donde recabaremos un par de datos anónimos como dirección de mail y los temas preferidos.

Una breve acotación antes de seguir con nuestro ejemplo. Para que la gente se anime a participar de una encuesta, hay que evitar todo tipo de datos que identifiquen a la persona, por eso estamos pidiendo sólo aquellos que mantienen el anonimato del encuestado. No es nuestro caso, pero también podría pedirse el sexo y la fecha de nacimiento si quisiéramos hacer un análisis más profundo de los resultados.

Volviendo a la campaña, la forma de recolectar se hará con un formulario donde el visitante del sitio pondrá sus datos. Por un lado la dirección de correo a la que se le validará la sintaxis para que responda a la regla de formación de direcciones; por ejemplo la arroba (@) no puede faltar en ninguna dirección. Por otro, tendrá una lista de temas entre los que deberá elegir los de su agrado.

Cuando el usuario completa el formulario y con los datos en forma consistente, éstos se almacenan en una base de datos que irá registrando toda la actividad durante el tiempo que dure la campaña de recolección.

Ahora viene la etapa de elaborar la información. Supongamos que teníamos una lista de veinte temas y de acuerdo a eso podemos encuadrarlos en seis géneros distintos. Con este criterio podemos categorizar a nuestros usuarios por género preferido. Ya tenemos la primera transformación.

A continuación armaremos lotes de cinco libros por género que vamos a poner en oferta y los enviaremos a nuestros lectores. Pero acá está la clave de todo este esquema, no le vamos a mandar lo mismo a todos. Justamente para eso hicimos el análisis de los géneros preferidos.

El paso final que nos resta dar es asociar los mails de nuestros usuarios categorizados previamente, con las promociones de cada género; así por ejemplo los usuarios que por los temas preferidos fueron encuadrados en el género de Ciencia Ficción, sólo recibirán en su bandeja de entrada la promoción que ellos esperan.

Con este sencillo ejemplo quería mostrarles el ciclo completo desde la recolección de los datos, pasando por su validación, el almacenamiento y la posterior transformación para que adquieran el valor de la información.